Roswell: Recap 1×19 «Four Square»

Otro capítulo movidito y agitado, muy recomendable. Si hace nada teníamos las fantasías erótico-festivas de Liz al besar a Max, y de Max al besar a Tess, ahora tenemos las de Isabel al besar a… bueno, al besar a nadie. Michael y ella empiezan a tener extraños sueños/visiones/flashes en los que se ven a sí mismos dándose el lote ahí en lo alto de una roca, copulando en una cúpula, a lo loco. Los chicos primero reprimen la situación, la niegan, luego intentan afianzar sus relaciones humanas (Michael con María e Isabel con el pobrecito de Alex -Colin Hanks a Katherine Heigl en el catre debe durarle como 20 segundos-)… pero no hay nada que hacer, parece ser que está en su ADN alienígena unirse y tener… ¿¿un bebé??

Max intenta que todo siga igual porque es un conservador (si los aliens pudieran votar, votaría al PP, fijo). Intenta desenmascarar a Tess, pero acaba comprendiendo que Tess no es Nasedo (el alien shape-shifter que va asesinado peña por ahí desde los años 50), sino que es en realidad… ¡uno de ellos! O sea, que está buena, le provoca un deseo sexual como el que no está en los escritos y encima es de tu misma especia, Maxwell. Blanco y en botella, chaval.

Liz, a todo esto, intenta seguir fiel a Max en plan «tu beso con Tess en realidad se debe a un futuro preestablecido por una raza alienígena» pero cualquiera de nosotros tendría problemas con una excusa como esa. Así que sí, sigue con Max, pero la cosa pende de un hilo y el final de temporada promete emociones fuertes. Seguiremos informando.

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