One Tree Hill: Recap 1×02 «The Places You Have Come to Fear the Most»

El segundo episodio de OTH ya viene con la intro que, las cosas como son, es chulísima. El tema está muy bien elegido y hasta yo lo conocía sin haber visto la serie. El montajillo de imágenes también está resultón y lo mejor de todo es que… ¡¡ya aparece Sophia Bush!! Los ojos me hacen chiribitas.

La verdad es que el episodio es algo flojete. Empiezo a detectar un patrón que creo que va a resultar algo pesado: todas esas tramas en el garaje del padrastro de Lucas, todas esas tramas en los vestuarios y la cancha de basket… uff, baloncesto y mecánicos, va a ser complicado. Pero el drama teen está ahí, con sus momentos interesantes: por ejemplo, el tonteo entre Peyton, la cheerleader-que-es-mucho-más, y Lucas avanza lento pero seguro. El chico descubre unos bocetos artísticos de la chica para una revista y se queda embobado con su talento (uno de ellos es un dibujo de una animadora con el título «High School Cheerleader», que sería un título genial para una serie de la MTV). La chica se pone en plan «¡has violado mi intimidad y mi sensibilidad secreta!»… pero todos sabemos que en el fondo está encantada.

Un momento muy loco del episodio, y muy falso, es cuando la chica invita a Lucas a su casa después de que este le haya llevado en coche hasta allí. Atentos a la conversación; Peyton dice: «¿Quieres entrar?». Lucas está en plan: «¿Y qué pasa con Nathan?». Peyton: «¿Qué pasa con él?». La chica sale del coche y va a su casa. Lucas, ante la invitación, sale del coche y cuando va a entrar tras Peyton en su casa, la chica le dice: «¿Qué haces?». Y él en plan: «Bueno, me acabas de invitar a entrar». Y ella en plan: «No te he invitado a entrar, te he dicho si querías entrar, buenas noches». Y le cierra la puerta en las narices. ¡¿Pero qué juego mental es este?! ¡¿Pero qué Mind games practica esta chica?! Una de las peores cosas que he visto en una pantalla en mi vida. Y he visto «El Don de Alba».

La verdad es que Peyton es mi personaje favorito de la serie, es la que parece que tiene un poquito de verdad en su interior, con su arte y sus cosas. Pese a que tenga que hablar de Beyonce con Sophia Bush (sigo sin saber cómo se llama su personaje, ya me enteraré… de momento no es más que la cheerleader buenorra y superficial que seguramente evolucionará a personaje sensible y profundo, ¿me equivoco?).

Lucas está bien, el chico tiene percha y esa miradita de héroe americano, pero al personaje le falta un brío. Su familia es igualmente aburrida. Bueno, su madre lo es. Su hermanita añade ese puntito picante a la serie que tanto echo en falta, a ver si le dan más cancha (no de basket, precisamente).

Respecto al baloncesto la verdad es que empieza a aburrirme mucho (y solo estamos en el segundo episodio, DANGER! DANGER!) todo eso del padre de Nathan dándole la murga con lo de tienes que ser el mejor para que los cazatalentos se fijen en ti, mañana nos hacemos 100 flexiones, dedícate a entrenar y olvídate de todo lo demás, tienes que ser el mejor, blablablá… Es una trama clásica y como tal la respeto, pero no hay una sola gotita de originalidad en todo esto. Si el hijo efectivamente dejara el equipo y se metiera a poeta a lo mejor me interesaría.

En resumen, un capítulo que no avanza gran cosa con respecto al piloto y en el que sigo echando a faltar más originalidad y espontaneidad. Dawson, Glee, The OC, Felicity… en todas había un algo más. OTH me resulta demasiado de diseño, demasiado «ahora toca esto, ahora toca lo otro» y en ese sentido lo hacen todo bien, pero noto a la serie demasiado encorsetada. A ver si poco a poco encuentra su propio camino por la colina del árbol… como cuando Lucas se tapa con cinta negra el apellido «Scott» de su camiseta del equipo, para darle en toda la boca a su padrastro. Eso mola mucho. Más de esto, por favor.

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