Absentia la estrella de la temporada de AXN

Hace unos días asistimos a la presentación de la temporada de AXN donde vimos los primeros episodios de algunas de sus nuevas series. La estrella fue Absentia, la serie protagonizada por Stana Katic y que presentó Patrick Heusinger.

Hoy lunes AXN emite los dos primeros episodios y menos mal que son dos porque os va a enganchar cosa mala. Menudo thriller para quedarnos con el culo pegado en el sofá. Una historia de asesinos en serie, agentes del FBI y un drama interesantísimo. Stana Katic es Emily Byrne una antigua agente del FBI que ha estado secuestrada durante seis años. Cuando regresa a su vida todo ha cambiado, a ella la habían dado por muerta, el supuesto asesino en serie está en prisión y su marido ha rehecho su vida con otra mujer. El pobre Nick no sabe cómo lidiar con esa situación, ahora tiene delante de él a la mujer que creyó haber perdido, a la madre de su hijo pero él ya está casado. Esta trama me recuerda un poco a lo que pasó en Alias, salvo que en este caso esto no se va a a solucionar con «la nueva mujer es una villana».

La serie es muy dramática y violenta, el misterio de quién secuestró a Emily me tiene en ascuas y para liberar tensiones voy a necesitar luego otro tipo de contenido más ligerillo como…

S.W.A.T: Los hombres de Harrelson cabalgan de nuevo. La mítica serie de televisión regresa tras haber intentado seguir la estela de Harrelson en el cine. El salto a la gran pantalla no caló lo suficiente, aunque en la segunda peli (porque sí, hay dos) sale Gabriel Macht, nuestro querido Harvey de Suits y el chico del pelazo de Sensa. En la nueva S.W.A.T tenemos como líder de la camada a Shemar Moore (Derek Morgan en Mentes Criminales). Es una serie policial con mucha acción y sin ninguna pretensión. La típica que como la pilles por la tele la pones y te olvidas del mundo.

Y luego si quieres llorar, The Good Doctor. Madre mía que casi me pongo a sacar los pañuelos allí. Freddie Highmore abandona el Bates Motel para colarse en un hospital. Highmore interpreta al Dr. Shaun Murphy, un joven autista con lo que se denomina el síndrome del sabio. Y mientras el comité del hospital se debate si admitirlo como médico o no, Murphy está salvando la vida a un chaval con una botella de whisky. No hubo ni un momento durante el episodio en el que no me entraran ganas de atravesar la pantalla y abrazar a Murphy. Qué cosa tan tierna de serie, cuánto voy a sufrir con la mirada llorosa de Freddie. Lo quiero en mi vida.