Meghan Markle, actriz protagonista de la serie Suits, va a casarse con el príncipe Enrique de Inglaterra. Aunque eso no le asegura la corona ya que se trata del hijo pequeño de Carlos de Inglaterra, pero ella ya es de la realeza, la de los telefilmes.
El canal Hallmark vio el potencial de la actriz y cuenta con ella para dos de sus películas románticas pastelosas de estas que nos ponen en Divinity a mediodía. Ahora que Meghan Markle va a pasar muy seguramente a convertirse en Margarita, dudamos que siga con su carrera de actriz y Hallmark tendrá que utilizar a otras de sus actrices fetiches como Lacey Chabert.
Las películas de Markle en cuestión son The Dater’s handbook y When sparks fly. ¿Son buenas? Para nada. Lamentablemente entre el repertorio de Hallmark estos títulos no son los más destacables. No es que tenga un catálogo de mucha calidad pero alguna puede resultar graciosilla. Los telefilmes de Meghan para Hallmark son bastante rancios y anticuados donde la trama se centra en buscarle marido a la protagonista.
En The Dater’s Handbook interpreta a Cass una chica que descubre que su relación no llegará nunca a ningún sitio porque su novio no se compromete. Tras romper con él y aconsejada por su hermana, sigue las reglas de The Dater’s Handbook un manual sobre relaciones que se ha convertido en un bestseller. Seguir a raja tabla estas reglas hacen que rechace al chico perfecto para ella en favor del tipo correcto, serio y estirado que le vende el libro. Obviamente se dará cuenta de su error y todo se resolverá con un beso de amor. La película es aburrida y simple, pero lo que más me molesta es esa manía que tienen siempre de vendernos que toda relación debe acabar en boda.
En When sparks fly Meghan Markle interpreta a Amy, una joven que deja su familia, novio y pueblo para mudarse a Chicago para trabajar como periodista. La vida en Chicago no es como ella había soñado y regresa a casa para preparar un reportaje sobre el negocio familiar de fuegos artificiales y venderlo para el cuatro de julio. Pero además del día de la independecia, Amy tiene otra cosa que celebrar: se casa su mejor amiga con SU EXNOVIO. Las chispas entre los antiguos amantes empiezan a saltar al igual que los fuegos artificiales (el título de la peli está ahí lleno de metáforas) ¿pero qué pasa con Chicago? ¿con su amiga? ¿con su nuevo novio?
Os lo digo yo, no pasa nada. Todos hacen las paces y son felices para siempre. Amy decide regresar con su familia y trabajar como encargada de marketing de la empresa de sus padres, Amy y su antiguo novio decidirán casarse y entre su amiga y su reciente exnovio también empieza a comenzar algo. Esta película ha servido para algo, al menos para los medios que han aprovechado una escena en la que aparece con un vestido de novia hecho de papel higiénico para hacer un clickbait que casi te saca un ojo (Meghan Markle in a wedding dres… on a tv movie).
Las películas de Hallmark son así, las ambiciones profesionales de sus protagonistas se dejan en un segundo lado para acabar casadas y formando familia. No pretende esto ser una comparación con el compromiso de Meghan Markle y el princípe Enrique pero la casualidad asusta. Y es que en este tipo de pelis se nos sigue vendiendo el cuento de hadas con princesa. Lo cierto es que estaría bien algún príncipe renunciando al matrimonio o a la realeza y que la mujer no deba abandonar su carrera, pero en el caso que nos concierne, Meghan seguramente haya abandonado el mundo de la actuación (los medios británicos la acusaron de hacer escenas eróticas en televisión por una escena de Suits (y eso que no salió en Juego de Tronos)), pero no renunciará a sus proyectos humanitarios que parece ser lo que verdaderamente le entusiasma.
No nos sorprendería nada que dentro de poco, como ya hicieron con Will y Kate o Felipe y Letizia, Meghan y Harry tengan su propio biopic para televisión donde se explote su relación romántica. Sería curioso que Markle pasara de interpretar a un personaje a convertirse ella misma en el personaje de la historia.
Fotos: Hallmark






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