Hace poco vi la serie Estoy Vivo creada por Daniel Écija y que emite TVE. Llevaba tiempo queriendo verla y al final me puse con ella en modo maratón. Dos días sin dormir y me acabé la primera temporada de 13 episodios. No es que me obligara nadie es que enganchaba tanto que era incapaz de parar.
Estoy vivo es una serie policiaca con tintes sobrenaturales. Andrés Vargas (Roberto Álamo) es un agente que investiga el caso de el Carnicero de Medianoche, un asesino en serie que ha matado a cinco mujeres. En una primera escena Vargas cena con su familia y discute con su hija mayor, Susana, una adolescente rebelde interpretada por Anna Castillo. En ese comienzo entramos en esa familia como uno más e intuimos que Andrés no va a cumplir su promesa de ayudar a su hija Bea con los deberes.
Andrés, al que deja plantado su compañero Óscar (Fele Martínez), muere a manos del Carnicero esa misma noche. Pero la historia de Andrés Vargas no termina ahí. El espíritu del agente llega a la Pasarela un sitio de tránsito para aquellos que acaban de morir. Sin embargo, él no debería estar allí. Andrés tenía que seguir vivo pero es imposible que vuelva a su vida ya que en la Tierra han pasado cinco años.
Reencarnado en Manuel Márquez (Javier Gutiérrez) y acompañado por Enlace (Alejo Sauras), Vargas comienza una nueva vida pero su regreso no pretende subsanar un error sino que tiene una misión, la de detener al Carnicero. Con su nueva identidad seguirá su trabajo policial junto a su hija Susana que ya tiene 25 años y bajo las órdenes de su antiguo compañero Óscar.
La mezcla de géneros de Estoy Vivo es todo un acierto. La trama sobrenatural no desentona en ningún momento en un thriller que engancha desde el primer minuto. Los momentos de comedia suelen estar protagonizados por el personaje de Alejo Sauras, Enlace, una especie de Joe en Meet Joe Black, que debe vigilar que Márquez no desvele su verdadera identidad y debe ayudarle en su misión.
Mi entusiasmo por esta serie se debe, además, por su naturalidad en las interpretaciones (los actores no lo pueden hacer mejor) y sobre todo en unos diálogos más reales y de calle, algo que a veces en este tipo de historias no se suele respetar. Esto consigue que la serie emocione porque si la historia del Carnicero es un misterio que te deja en vilo, el dilema de Vargas que reconvertido en Márquez quiere volver a recuperar a su familia es lo que hace que esta ficción tenga corazón.
No creo que en España hayamos tenido una producción de este estilo anteriormente y menos que haya tenido el éxito de Estoy Vivo que acaba de ser renovada para una segunda temporada. Pero el estilo, la mezcla de géneros y el desarrollo tan cuidado de los personajes puede tener su referente en la serie británica Life On Mars.
La serie policiaca de la BBC también jugaba con elementos sobrenaturales (aunque se extenderían más en este aspecto en su spin off Ashes to Ashes). Lo cierto es que ya tuvimos una adaptación real de esta en España. La Chica de Ayer de Antena 3 fue una versión que a pesar de que estaba bien no conseguía captar el espíritu de Life On Mars. Algo que Estoy Vivo sí hace.



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