La cosa se pone calentita, por fin. Confieso que con el anterior capítulo y el inicio de este me estaba dando un poco de… bueno… sensación de que estaban metiendo relleno cuando tenían que pisar el acelerador; y finalmente han pisado a fondo. Se monta allí una pelea que flipas y encima a cámara lenta para que nos la gocemos bien. ¡Y además hacen un guiño a la banda del bate de Alsa! Luego dirán que no era un guiño, pero nosotros sabemos que sí. Vamos al lío:

- EL ARGUMENTO (CON SPOILERS): Nadia y Lu establecen una extraña alianza (vale, solo se sienten un poco igual) al descubrir que a la una se la quieren llevar del cole (su padre plasta) y a la otra la han expulsado y que la «mejor alumna» será finalmente Marina. Carla se chiva a los padres de Marina de que seguramente su hija está en el ajo de los relojes y Marina, negando tener nada que ver y acorralada por su padre (que ya ha salido de la trena, duran poco ahí), madre y hermano, acaba soltando la bomba: que está embaraza… ¡y de un pobre! La familia enloquece, especialmente Guzmán, que pilla un bate de béisbol y recluta a Ander y Polo para liarse a hostia viva con los pobres (los pobres es un colectivo). Samuel, al descubrir que Nano es quien ha dejado embarazada a Marina, le da un buen puño al hermano aunque no lo remata cuando lo tiene en el suelo a puntito de caramelo. Acaba el episodio con Samuel enfurecido y con cara de que va a liar alguna parda y la poli le pregunta: «¿Qué hiciste, Samuel?» Uuuuuuuuuuuh! Danger, Will Robinson! Ah, y Omar y Ander se acuestan juntos y se dicen que se quieren.
- Curiosamente, la relación entre Guzmán y Nadia es de las que más peso han cogido en la serie o al menos la que más trabajada esta. Esta, junto con Ander-Omar, diría que es la única relación-dinámica que funciona de verdad, habiendo fracasado en establecer lazos creíbles entre Marina y los dos hermanos, Cristian y los dos pijos pervertidos o Lu con cualquier persona humana. En la segunda temporada tienen que currárselo un poco más con esto. A mí, francamente, poco me importa lo que e pase a Samuel, Nano o Carla en el episodio final… es decir, quiero que resuelvan el misterio de quién mató a Marina, claro, pero el destino de unos personajes que deberían importarme me es un poco indeferente. Hay que mejorar, Elite.
- En lo que la serie sigue funcionando más que bien es a la hora de meter caña de España, cuando Guzmán pilla el bate y se echa el monte a buscar pelea es fenomenal, cómo está rodado y montado. A ver, una pizquita más de realismo en los puñetazos y patadas hubiera venido bien (ya sé que en la ficción se dan de mentira y sin tocarse, pero se puede fingir un poco mejor), pero esta secuencia está marvellous, con la huida posterior y demás.

- El padre de Nadia y Guzmán está llegando ya a un punto de insoportabilidad máxima, en este episodio se lleva A RASTRAS a su hija del cole porque la «están animando a rebelarse contra su padre» y EMPOTRA a Omar contra la pared diciendo que cómo sea «un invertido» (como ha dicho en impagable reveal la directora sosa del cole) se va a enterar… Omar acaba mintiendo para que el padre no le meta una yoya. A ver si en el episodio final a este señor se le cae otro techo en la cabeza, el de Las Encinas, el de su tienda o uno que caiga por la calle.
- Me mola que la veterana Lola Marceli (¡El Súper, historias de todos los días!) aparezca en la serie como madre de… no sé, hace de madre de alguno.
- Sigo viendo esa tienda de alimentación en la que se refugia Guzmán porque Nadia le abre la puerta contra el consejo de su padre muy de pega, no sé… ¡añadid a alguna señora comprando tomates, no sé! (Por cierto, por fin aparece una profesora distinta al Profesor Ángel o Demonio, que espero que en el episodio final vuelva para ASESINAR a Marina porque está tó loco y así acierto en mi descabellada apuesta de que él era el criminal).
- La trama de los relojes es un poco… a ver, muy poquita cosa. Le han acabado dedicando unos cuatro capítulos a un chico robando unos relojes y luego pidiendo «un rescate» por ellos y claro, los adultos no han picado. Es una pena que Nano empezara la serie siendo amenazado por unos mafiosos de mucho cuidado, entregándole fotos de «objetivos» a los que tenía que matar (o asustar)… y haya acabado llamando a un adulto en plan «págame los relojes, porfa, asústate»… en fin, un fail de trama para mí.
- Sí me gusta en cambio que retrataran en principio a Marina como una mártir, con su ex-novio pobre desaparecido (este reaparece en el último episodio o la segunda temporada fijo) y su enfermedad y su familia pija opresora… y ahora se esté convirtiendo en la «mosca muerta» que diría Lu.
- Espero grandes cosas en el episodio final, entre ellas, la muerte por techazo del padre de Nadia y Omar (esto ha quedado claro, ¿no?)
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VALORACIÓN FINAL: La cosa pilla velocidad de crucero hacia el final, similar al episodio piloto, remontando un inicio de episodio ciertamente flojo. 7´5/10

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