Relativity iba de una pareja de veinteañeros, Isabel y Leo, que se enamoran de vacaciones en Roma y tienen que superar a su regreso a Los Ángeles todos esos estúpidos obstáculos que se interponen entre dos personas que, claramente, BELONG TO EACH OTHER!!! (ahora hablo de los actores que daban vida a los protagonistas). Además de la parejita, veíamos desfilar por la serie a sus amigos y familiares… y los problemas que estos ocasionaban porque lo que es aportar soluciones al amor, aportaban pocas (a ver, Isabel estaba prometida con otro señor antes de su viaje a Italia y esto complicó un poquillo las cosas, no os voy a mentir).

La serie apenas duró 17 episodios emitidos entre 1996 y 1997 (la ABC se la cargó por baja audiencia) y no es que fuera la bomba, pero a mí me encantó cuando la vi en Canal Plus en su momento de apogeo de series. Aquí se vio el primer beso entre dos mujeres en horario de prime time en Estados Unidos así que al menos la serie dejó algo para el recuerdo.

Kimberly Williams-Paisley como Isabel Lukens me parecía, además de guapísima, una protagonista muy interesante (como Dawson o Felicity o… vamos, cualquier personaje que se coma la cabeza continuamente me mola, me identifico), el rollito romántico me pirra y hasta esta no conocía ninguna serie donde lo trabajaran entre veinteañeros en plan “realista” (¿podría ser Relativity una especie de extensión en serie de la primera peli de Antes del amanecer?); y todo tenía ese halo de “serie bonita” que siempre me ha hecho tilín. Además, viniendo de Jason Katims era inevitable que me gustara. Este señor ha hecho My So-Called Life o Roswell… por no mencionar Friday Night Lights o Parenthood, que tengo pendientes desde hace ya demasiado tiempo.

El que hacía de Leo no lo hacía mal (David Conrad, marido de Jennifer Love-Hewitt en Entre fantasmas) pero me parecía mucho mejor el nivel de los secundarios: Lisa Edelstein (House) como Rhonda (la que se da el beso del que os hablaba), Adam Goldberg como Doug (este pájaro os sonará como el compañero de piso loco de Chandler en Friends o por haberse colado, vete tú a saber cómo, en el reparto de Salvar al soldado Ryan), Jane Adams (actriz que siempre me ha sacado de quicio pero que tengo que reconocer que lo hace bien, oiga, cada uno tiene sus manías), Richard Schiff (El ala oeste de la Casa Blanca, Jurassic Park II, Man of Steel, The Good Doctor… este es un número uno total), Devon Gummersall (chico rubito de pelo rizado que se ha paseado por My So-Called Life, Felicity, Roswell… ha ido de la mano de Jason Katims a menudo) o la maravillosa Poppy Montgomery (esta actriz australiana me volvía loco a finales de los 90 y lo hacía bastante bien como la hermana pequeña e impulsiva de Isabel, a lo mejor os suena de la serie Unforgettable, la peli Dead Man on Campus con Zack Morris y el prota de That Thing You Do… o la tv-movie de Lifetime basada en la vida de JK Rowland, que no he tenido el gusto de ver).
De los padres de Isabel no os voy a contar porque podría estar hasta mañana, pero son dos actores americanos a los que habréis visto en muuuuchas pelis y series. Randall Batinkoff hacía de “novio oficial de Isabel aburrido y tipo al que la audiencia odia desde el minuto uno” y os puedo confirmar que sí, que era odioso. ¡Fuera ya de escena, amigo, deja paso al true love!
Entre las razones de la cancelación de la serie pueden encontrarse su equivocado horario (sábados noche, cuando “su público” estaba buscando sus propios enamoramientos) o cierta falta de garra, de chicha, en todo lo que se contaba. La serie, al igual que soñadora, reflexiva y pensativa era un poco “algodón de azúcar”, no sé si me entendéis. Los productores, Edward Zwick y Marshall Herskovitz (de la famosa Treintaitantos o My So-Called Life), decían que a lo mejor eran incapaces de aplicar ciertos tópicos comunes en televisión a sus productos, tópicos que todo el mundo busca en uno u otro sentido, y que esto podría limitar la audiencia de sus producciones. Es muy posible, pero eso es también lo que le daba personalidad a Relativity, una serie que, simple y llanamente, iba de la relación de una pareja. Toma premisa.
Os dejo el piloto en español por si…

¡Hola!
Esta serie me suena de algo, pero sin duda me encantaría verla porque las historias de este tipo me encantan. El toque romántico me chifla y parece que esta lo tiene. Ahora tengo la duda de si acaban juntos jajajaja Por cierto, el personaje de Williams se enamora en Roma y luego vuelve a su casa… Esto me recuerda a que el personaje que interpretaba en El padre de la novia, tiene el mismo inicio. Y Jane Adams es la mujer que la ayuda a dar a luz en la segunda parte de esta película. ¡Todo está conectado!
¡Un saludo!
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Jajajaja, no conocía todas esas conexiones. La serie es potita, tiene que estar por ahí colgada.
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Mi episodio favorito siempre fue el de Karen y sus hermanas. Donde se contaba como se establecía la relacióne entre Karen y Doug. 😀
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