Es muy raro que en una casa de Florida haya un sótano porque la mayor parte de hogares está a nivel del mar y la base del edificio es básicamente arena… pero qué más da la estúpida realidad cuando uno SE LO PASA PIPA en el cine. Crawl o Infierno bajo el agua (titulada así en España quizá queriendo tirar del recuerdo de Infierzo azul, película con la que comparte espíritu y mucho más) es uno de esos ratos buenos en el cine, con tus palomititas, tu bebida fresquita y venga, hora y media de pura diversión.

El argumento es bien sencillo: una hija (Kaya Scodelario) va a buscar a su padre (Barry Pepper, que ya coincidió con la actriz en El corredor del laberinto) a la casa familiar cuando de repente se topan con un huracán que flipas… y con un cocodrilo de lo más revoltoso. ¿Sobrevivirán?

Alexandre Aja (responsable de remakes que sí, Las colinas tienen ojos; y de remakes que no tanto, Piranha 3D) se monta una auténtica casa de los horrores, un tren de la bruja con cocodrilo en lugar de bruja, que no deja de sorprender, asustar y tenerte al borde del asiento durante la hora y media que dura el invento. CINE EMOCIONANTE, de ese que cada vez cuesta más ver en la pantalla grande; un carruselito de mordiscos, nados frenéticos, saltos, palazos y varias sorpresas que a mí me dejó con una sonrisa de oreja a oreja.

A mi disfrute contribuyó decisivamente no solo la buena dirección de Aja sino también que vi la peli en 4DX, un formato que sigo defendiendo a muerte cuando se usa bien (en las películas de bichos, como en el Parque Jurásico de Bayona, funciona como un tiro). En el caso de Crawl, me parece genial cómo los asientos reproducen el efecto de la cola del cocodrilo agitándose de un lado a otro. Sus 13 millones y medio de dólares lucen muy bien en pantalla y el bicho es 100% creíble… no le pongo un solo pero al equipo de efectos visuales del film… bueno, sí, uno:

Un momento que tiene que ver con unas arañas que le caen a la pobre protagonista encima, no diré cómo ni cuándo, que me parecieron lo más falso que he visto en mi vida, más falsas que las de la tercera parte de Leyenda Urbana, que ya es decir.

PD. No lo he dicho pero Kaya Scodelario es puro power, se echa la película a los hombros, el cocodrilo y todo lo que le echen. Voy a tener que verme otra vez las del Maze Runner de mi amigo Stiles…


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