Bienvenidos a The Dark Corners of Netflix, una columna semanal donde viajaremos a los rincones más oscuros de la plataforma de contenidos digitales, o sea, a sus series y películas más chungas. A veces encontraremos verdaderas joyas y otras, quizá la mayoría, nos toparemos con productos a los que no habría que acercarse ni con un palo. Pero nosotros nos acercamos porque somos valientes, porque queremos protegeros del peligro y porque, por supuesto, queremos echar unas risas. Hoy nos adentramos en The Frozen Ground (2013).
The Frozen Ground es uno de los thrillers menos emocionantes que he visto en mi vida. Veréis, Nicolas Cage hace de detective (y ya está, este es el personaje, investiga cosas y punto) que va de un sitio para otro con sus dossieres y sus cassettes sin averiguar realmente nada. Luego tenemos a John Cusack, que yo no sé muy bien qué le ha pasado a su carrera, pero que aquí vuelve a hacer de “persona un poquito degenerada” y lo hace con una desgana evidente; mueve los músculos y tal pero ¿actuar? No podría afirmarlo. Y esto es; un juego del ratón y el gato que en Con Air, y con los papeles invertidos, era la monda y aquí es la muerte.

Una pena que la que sí intenta ganarse el pan de verdad, Vanessa Hudgens, no encuentre absolutamente nadie que le de réplica (ni el resto del reparto ni mucho menos el guión o el director). Una espectacular pérdida de tiempo que intenta homenajear a las víctimas reales del caso que inspiró el film durante los créditos (triste homenaje esta película). Al menos ver a ese arce en mitad de la calle me hizo acordarme de la maravillosa Doctor en Alaska.
Volveremos a explorar The Dark Corners of Netflix la semana que viene. Si tienes una recomendación oscura que hacernos que podamos encontrar en la plataforma, hazla en los comentarios.

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