ACTUALIZADO: El 20 de agosto de 2021 se estrena el musical en Londres tras su suspensión por la pandemia a principios del año pasado tras las primeras representaciones en Manchester
En Empire le han hecho una entrevista a Alan Silvestri donde explica con detalle cómo fue trabajar en el musical (además de contar secretillos de Avengers Endgame, Ready Player One y otras pelis, es una entrevista super-recomendable si os gustan las bandas sonoras en general)
No existen para el ser humano muchos motivos para regresar a Manchester. Para ir una primera vez podríamos argumentar que la curiosidad. Por qué no; un ir a ver qué hay. Pero para regresar… ¿qué lleva exactamente a un individuo, en plena posesión de sus facultades, a viajar una segunda vez a Manchester? En mi caso, la razón era poderosa: disfrutar en directo del estreno mundial del musical de Regreso al Futuro, una de mis películas más queridas ever.

Antes de contaros lo bueno y lo no tan bueno del musical, os diré que si el destino os lleva alguna vez a Manchetester podéis visitar el restaurante del padre de Juanín Mata (las croquetas están riquísimas), las librerías Paramount Books y Exchange Empire y uno de los mejores sitios de curry ever, This and That. Vamos al musical: Opera House de Manchester, lleno hasta la bandera con mucho cosplay de Marty McFly, varios Doc y algún Marty McFly Jr. (con su visera futurista incluida). El teatro está muy bien, tenía buena visibilidad desde mi asiento (lo comprobé antes en esta web imprescindible: whichseats.com) y, con la emoción del momento, me vine arriba y pagué otras cuatro libras para hacerme con el librillo de la función. Nunca me había comprado uno (en mi último musical, Waitress, me dieron ganas muy fuertes pero me contuve) porque tenía la impresión de que era un sacacuartos… y, en cierto modo, lo es. A ver, que no aparezcan las letras de las canciones, ni siquiera de una o dos, me parece un hurto. ¡Ponga usted las lyrics, que ya he pagado el dinerito!

Pero bueno, al menos viene una historia larga y documentada por el propio Bob Gale (co-guionista de las pelis originales y del musical, y responsable de la regularcilla Interstate 60 de la que hablamos aquí), sobre el camino tortuoso que ha recorrido el musical desde que se concibió hasta que se ha estrenado. Y una mini bio de los actores. Y unas fotillos. Venga, ahora sí, ¿qué tal el musical? En una palabra: BRUTAL. Ahora bien, ¿es la experiencia perfecta para todo fan de BTTF? No del todo.
La trama del musical es la de la primera película, ni rastro de las secuelas, adaptando ciertas situaciones y momentos a las posibilidades de un único escenario (la persecución de Biff y sus matones a Marty en el monopatín está resuelta con cierta gracia). Los puntos fuertes de la obra diría que son cómo han adaptado la historia al teatro, no se echan en falta los momentos que faltan… valga la redundancia; y los añadidos creados específicamente para la obra quedan de lo más resultones. Valga como ejemplo el estupendo número en solitario que tiene Doc, una especie de baile futurista en mitad de la obra que es tronchante y absolutamente “on brand”. Este es el otro punto fuerte de la obra: Doc, interpretado por el actor Roger Bart.
Este hombre consigue lo imposible. No solo le rinde un bonito homenaje a Christopher Lloyd mimetizando tics y expresiones (SE RASCA LA CABEZA EXACTAMENTE IGUAL, he visto las pelis 713 veces, nunca dudéis de mí) sino que, además, le añade una capa juguetona al personaje, una picardía que no estaba en el Doc original y que es muy de agradecer. Al respecto de Marty McFly, la verdad es que Olly Dobson no está a la altura (ejem) de Michael J. Fox. Hace una buena labor de imitación (sus inflexiones de voz son CLAVADAS) pero no consigue ni ser tan simpático y carismático como el de las pelis ni tampoco hace el personaje propio, como si hace Doc. En cualquier caso, este Marty no desentona y canta muy bien, por lo que no es un suspenso ni mucho menos, si acaso un bien. Cumple, sin más.

Por lo demás, una obra que funciona mejor según avanza (confieso que en los dos-tres primeros números musicales andaba algo intranquilo, algo no acababa de encajar) y que acaba abrazando el espíritu del original de forma total consiguiendo levantar a todo el mundo de su asiento cuando llega el final. Que no se me olvide destacar lo bien reformulada que está la banda sonora de Alan Silvestri (que suena a todo trapo) en el tema central del musical, «It’s only a matter of time». ¿Lo mejor de la obra? El DeLorean. Es increíble cómo consiguen que el coche alcance las 88 millas por hora. Creedme: ES ALUCINANTE.
Vi la obra antes de la pandemia, lógicamente; y según leo en la web oficial del musical, la Opera House de Manchester cerró por orden del gobierno británico el 16 de marzo. Se suponía que la obra estaría en rodaje en Manchester hasta el 17 de mayo para pasar ya a Londres, pero ahora el destino de la obra es incierto. Tendemos que ver qué pasa con ella en… EL FUTURO >>>













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