A Hollywood le encanta tener una buena idea que dé dinero y, un par de años después, exprimir la misma idea para que siga dando dinero. Esta fórmula es genial porque la segunda vez te forras sin dar un palo al agua (¡ni siquiera necesitas tener la idea, ya la tuviste hace dos años!) pero puedes cargártela si la idea inicial cojea y se cancela la franquicia incluso antes de empezar. Repasemos algunas de estas películas que quisieron marcar el segundo gol antes que el primero (Valdano dixit):

El Príncipe de Persia: La película que Film School Rejects describió como “el clásico viaje del héroe pero con más parkour” se dio un batacazo de cuidado. Y es que ni con 200 millones de presupuesto y 100 millones en publicidad logró ser la peli más taquillera el día de su estreno en USA (lo fue la cuarta parte de Shrek… que ya llevaba estrenada una semana). La peli tenía varias cosas en contra: basada en un videojuego (casi siempre salen torcidas), protagonizada por Jake Gyllenhaal (que es buen actor pero no un héroe de acción –investigando para este post he descubierto que James Cameron tuvo que pelearse con la Fox para imponer a Sam Worthington sobre Gyllenhaal en Avatar-); y hasta polémica racista.

Porque Jake Gyllenhaal es buen actor, sí, pero no es TAN BUENO como para hacernos creer que es iraní (la antigua Persia es hoy en día Irán). Por ahí les atacó el director Jehanzeb Dar: «El papel del Príncipe debería haber sido para alguien persa (…) no solo es un insulto para los persas sino también para los blancos, les está diciendo que no pueden disfrutar de una película a no ser que esté protagonizada por un blanco». Jehanzeb puede quedarse tranquilo con la cancelación de la franquicia, this Prince will not reign anytime soon.
¿Merecía mejor suerte?: La verdad es que no. Era un poco rollo.

Siete Deseos (Wish Upon): Esta me duele porque, de haber contado con muertes más brutales y gores, aquí teníamos la nueva Destino Final… aunque supongo que la peli de la Bola 8 de Blumhouse será la nueva Destino Final. En Siete Deseos no te mata La Parca sino los deseos febriles de adolescentes vengativos usando un cubilete mágico y, claro, al principio están todos emocionados pidiendo deseos bonitos tipo “la paz en el mundo” pero luego se ponen en plan “ahora te vas a cagar” y es cuando empieza la manduquita buena. Nunca olvidaré aquella secuencia delirante en la que aparece Ryan Phillippe haciendo un solo de saxofón. Yo no he visto cosa igual en un cine.
¿Merecía mejor suerte?: Sí. Si el tono hubiera sido menos Cartoon Network…

Hitman o Agent 47 es una franquicia en la que deben de creer mucho porque lo han intentado dos veces, pero nada. A ver, Hollywood, la gente no quiere ver “una versión de 007”, ¡la gente quiere ver a 007! (Que se aplique también el cuento Vin Diesel y su xXx). En fin, que ni Timothy Olyphant (Scream 2, Justified, Santa Clarita Diet), ni el que hacía de Peter Quinn en Homeland pudieron convertir en un éxito a este personaje salido de los videojuegos (un asesino rapado al cero y sin emociones porque fue creado en un laboratorio o es un clon o yo qué sé… mirad, en esta desconecté rápido).
¿Merecía mejor suerte?: No y mil veces no.

El aprendiz de brujo tenía la idea, bastante simpática, de trasladar el mundo mágico de Harry Potter al Nueva York de nuestros días… y resulta que solo nos pareció simpática a mí y a un señor de Murcia. A la gente no le convenció ni el “personaje excéntrico que roba la película” como en Piratas del Caribe (aquí Nicolas Cage, allí Johnny Depp), ni la recreación de la escobita bailona de Fantasía, ni tampoco ese aire ochentero con un pringadete envuelto en una guerra de brujos cuando lo único que quiere es ligarse a la chica que le gusta. La cosa salió rana y nos quedamos sin ver a Alfred Molina haciendo más encantamientos locos.
¿Merecía mejor suerte?: Nah… tiene cositas aquí y allá pero flojea bastante. Y Jay Baruchel llevando una franquicia, no sé yo (mejor en cosas como This is the End o de secundario en Robocop…)

Power Rangers solo recaudó 142 millones de dólares en todo el mundo, con lo que el mensaje del mundo a Hollywood quedó más claro que el agua: NO NOS INTERESA. Una pena, porque es una mezcla de cine teenager (el castigo en clase inicial tiene aroma a John Hughes) y peli de superhéroes la mar de apañada, hecha con cariño y respeto al material original pero sin perder el norte en ningún momento (SABEN que todo es un poco ridículo, como en el original, como prueba ahí está esa villana over the top de Elisabeth Banks). Además, introdujo en mi vida los donuts de Krispy Kreme gracias a un product placement tan agresivo como delicioso. Oh, krispies, oh, cremosos, yo moriría por vos, que dirían los de Amaral.
¿Merecía mejor suerte?: Absolutamente. El de Stranger Things y la de Aladdin han demostrado que son leads en los que se puede confiar. Y la peli tiene un ritmo endiablado.

Divergente es un caso curioso, se desinfló tanto en la tercera parte (179 millones de dólares, o sea, 110 menos que la primera) que CANCELARON la franquicia a tan solo una entrega del final; ni en televisión (como se rumoreó) resolvieron todas las tramas abiertas. Menudo bajonazo para los fans de los libros, ¿no? Nacida a rebufo de Los Juegos del Hambre (Shailene Woodley aceptó el papel protagonista tras consultar con Jennifer Lawrence), lo cierto es que a este guiso siempre le faltó un poco de sal. La primera estaba resultona; las secuelas… not so much. Curioso cómo desaprovechan a Miles Teller o al prota de Baby Driver (que también lo petaba en el remake de Carrie, ¡siempre te defenderé, remake de Carrie, tú y yo juntos hasta el final!). No es el único «quiero ser franquicia» teenager que se ha quedado a las puertas, ahí están los casos de City of Bones (reformada como serie), Soy el número cuatro, La quinta ola, The Host, Hermosas Criaturas, etc.
¿Merecía mejor suerte?: No. La primera estaba muy entretenida, pero la segunda y especialmente la tercera salieron torcidas (¡hasta Kate Winslet estaba mal!)

Con Green Hornet seguramente hubo algún despedido. Y es una pena que a nadie le divirtieran especialmente las patadas voladoras fragmentadas como en un caleidoscopio (que creo que se llamaba “Kato-vision”, jajajaja) y su peculiar sentido del humor (James Franco y Christoph Waltz están más desencadenados que Django). Es una película muy tonta que AMO, lo siento pero es así. Cuando Kato le prepara el latte con espumita a Seth Rogen, cuando Kato le roba la chica a Seth Rogen, cuando Kato se carga a los malos y le roba la gloria a Seth Rogen… jajajaja, soy muy fan, maldita sea.
¿Merecía mejor suerte?: Por supuestísimo

El llanero solitario, aparte de no resolver la cuestión de que narices es un “llanero” (sí, sí, se puede deducir por el contexto, pero…), es otro paso en falso de Disney. Esta les salió mejor que la de los brujos en Nueva York, pero fue tan cara de hacer que decidieron que una y no más Santo Tomás (personalmente, el look de Johnny Depp me fascina y la secuencia del tren y las escaleras es una maravilla, se mire como se mire).
¿Merecía mejor suerte?: Sí, es una estupenda cinta de aventuras

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