El problema de Supergirl

SASHA CALLE CUMPLE CON NOTA EN ‘FLASH’, PERO EL REBOOT DE JAMES GUNN SE LA VA A LLEVAR POR DELANTE… ¿O NO?

Sasha Marie Calle Roldán, Sasha Calle para los amigos (o sea, no para mí), me está generando una simpatía máxima, una dulzura enternecedora… no dejo de verla en IG moviendo su muñequito de Supergirl junto al Batmobile (ese es el coche de Batman, no su teléfono móvil), posando en Times Square junto al póster de Flash, posando en las alfombras rojas orgullosa de su papel… Flash se ha metido un castañazo en la taquilla, pero ella cumple (con creces) en su papel de Supergirl, y creo que hace estupendamente en disfrutar del momento. Que le quiten lo bailao. Y ese, el que le va a quitar lo bailao, parece que va a ser James Gunn, que le va a dar al botón del reset y nos vamos a quedar con nuevos Superman y Lois, nueva Wonder Woman, nuevo Batman (Pattinson se salva en un Elseworlds) y nueva Supergirl…

El de SEUR llama al telefonillo…

Pero, ¿por qué no podría ser Sasha Calle? La actriz demuestra en la película del «hombre más rápido del mundo» que cuando aparece en escena es capaz de robarle el foco a dos actores de peso como Michael Keaton y Ezra Miller. Es más, os diría que cuando más funciona Flash (y lo hace unas cuantas veces, el desastre en taquilla creo que tiene que ver con la tirria que genera ahora el sello DC en cine) es cuando se centra en la historia de Kara Zor-El, que es bastante más chunga que la de su primo Kal-El. Si Sasha ha cumplido cuando la han llamado a filas, ¿por qué se la tienen que cargar?

Me da la impresión, por lo que he leído en redes, que la actriz y el personaje han sido recibidos positivamente y que esta Supergirl se ha ganado seguir con nosotros. ¿Para qué buscar a nueva actriz con lo fácil que es tirar con una que ya ha funcionado? Además, con esto de los multiversos es relativamente sencillo explicar de dónde viene el personaje y por qué es «la última superviviente del Krypton de otra realidad»… En fin, esto lo digo un poco para convencerme a mí mismo, pero soñar es gratis…