FUTURAMA SE VA AL VIEJO OESTE… ¡¿A BUSCAR BITCOINS?!
Tras un primer episodio muy divertido pero sin grandes momentos, y un segundo algo más flojete, nos encontramos con una propuesta arriesgada en el tercero de este relanzamiento de Futurama: ¡un episodio entero en el Viejo Oeste! Bueno, a ver, el Oeste del futuro en el que toda una comunidad vive como en el Old West de las películas… pero se dedican a la minería de bitcoins, una locura muy propia de la serie que, a mi parecer, funciona muchas veces y alguna otra no tanto.
Lo mejor del episodio es esa dueña del saloon bipolar, la cancioncita que se marca Bender en mitad del episodio, just because; y esa adoración que siente Fry por Borax Kid, un robot-pistolero que tiene mucha leyenda detrás y que… bueno, digamos que no está a la altura de su leyenda. La fascinación de Fry por las cosas, por cualquier cosa, es una de mis cosas favoritas de Futurama. Es un poco como las creencias ciegas de Homer, ese optimismo ciego en apuestas arriesgadísimas (o, directamente, sin ninguna razón de ser) es algo que me parece tan tierno como divertido.
Fry: -¡Popplers! ¡Son tan buenos como el sexo!… Solo que puedo tenerlos
Y, bueno, vale, he de admitir que me he reído con el tiroteo final, que no es el típico duelo al sol… digamos que se cuatriplica de forma bastante cachonda. Todo lo demás, pues bueno, si os gusta que le saquen punta a los tópicos del Oeste pues está resultón, pero el episodio no ofrece más que viñetas sueltas sin un gran tema que lo lleve en una dirección. Sigo esperando un episodio verdaderamente notable, de momento los chistes (siempre los hay buenos) me sostienen la serie.
brenda forever 
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