THE PREMISE TIENE UNA… PREMISA, EJEM, DE LO MÁS CREÍBLE, Y ES QUE CADA CAPÍTULO ABORDA UNA PREOCUPACIÓN DE NUESTROS TIEMPOS. ¡RYAN THE TEMP SE HA MARCADO UN SERIÓN!
Con la frase promocional en el póster «The Anthology of Now» («Una antología del ahora»), la serie The Premise (Disney+) da justo lo que pone en el bote: una versión de Twilight Zone o Black Mirror pero «de las cosas que nos afectan a día de hoy», nada de posibles futuros distópicos o perversiones algo alejadas de la realidad de cosas que podrían pasar… pero en realidad solo pasan en la tele. BJ Novak (Ryan en The Office) entiende que hoy en día hay suficientes movidas como para crear una serie intrigante, graciosa, ridícula y, a ratos, terrorífica, sin tener que recurrir a grandes ficciones. Casi todas las premisas me parecen fascinantes (considero a este tío poco menos que un genio), pero no a todas se les saca la misma punta. 
Empecemos por el 1×01 (Social Justice Sex Tape), en el que la grabación casera de un polvo ayuda a la investigación de un crimen. A Novak le encanta retorcer las verdades establecidas para revelar algo más sobre ellas y aquí se centra (¿ceba?) en los «justicieros de ordenador», esos que piden y reclaman justicias y libertades… desde el sofá de su casa con el móvil. Cuando la cosa se complica, ya no es tan sencillo reclamar justicia. Un capítulo con momentos desternillantes, pero que creo que se agota antes de tiempo (el chiste da para lo que da) y que es sostenido gracias a la maravillosa labor de Ayo Edebiri (esa crack de The Bear) o Ben Platt (mucho mejor aquí que en pseudo-productos de Prime Video con los que piqué -I’m looking at you, The People We Hate At The Wedding-).
En el 1×02 (Moment of Silence) tenemos un acierto de casting brutal (toda la serie está extraordinariamente casteada) y es que John Bernthal (el mismísimo Punisher) da vida a un padre que ha perdido a su hija por un crimen con armas… y que empieza a currar en el departamento de comunicación de la Asociación del Rifle, porque él defiende la tenencia de armas. ¿Está allí de verdad para apoyar la causa… o tiene una misión secreta? Poco a poco se van dando pruebas a favor de ambas tesis y la resolución, ahora sí, creo que hace subir al suflé. Un interesante (y emocionante) vistazo a esta cuestión sobre la que Estados Unidos, parece, seguirá porfiando por los siglos de los siglos. El 1×03 (The Ballad of Jesse Wheeler) tiene una de las premisas más cachondas que he visto en mucho tiempo y me hace desear como una mona loca que BJ Novak deje todo lo que esté haciendo y se ponga a escribir, pero ya, una serie teenager. ¡Cómo lo íbamos a pasar! El episodio, por supuesto, es una gema, sale la estupenda Kaitlyn Dever y hasta hay un ratito de animación en el mismo.
Mixed feelings de esos con el 1×04 (The Commenter), casi me gustó más la presentación de BJ Novak del episodio que el episodio en sí (porque sí, BJ Novak los presenta todos como hacían en las series de ciencia-ficción de las que bebe). Aunque tiene alguna vuelta de tuerca curiosa, personalmente, estoy AGOTADO de la trama «persona obsesionada con sus likes en redes sociales», ¿de cuántas formas la hemos visto ya? Con aquella certera película de Aubrey Plaza ya estábamos (bien) servidos. Sí he encontrado (un puntito) refrescante ese dardo al grupo de amigos hiper-comprensivo y acrítico que lo aprueba todo y no hace más que exudar amor por cualquier acción de cualquier miembro del grupo. No, oiga, quien bien te quiere te hará llorar. O, mejor que llorar, te hará reflexionar sobre ciertas cosas; no todo lo que hace alguien a quien quieres debe ser automáticamente aprobado.
«Before you wrote «hashtag goals» you actually had goals. And wrote in full sentences.»
(The Premise, 1×04 – The Commenter) / Esto, más que en Instragram, me ha hecho pensar en la extraordinaria vacuidad de LinkedIn
El 1×05 (Butt Plug) tiene una premisa que ya ha sido explotada anteriormente, la del niño acosador y niño acosado que se reencuentran como adultos con las tornas cambiadas (la recomendable película The Gift/El Regalo de 2015 me viene a la mente), pero con un giro divertidísimo. De hecho, a mí me parece el mejor episodio de la antología porque, además de explorar la premisa hasta sus últimas consecuencias y no quedarse en un mero chascarrillo como podría ser el 1×01, tiene un golpe final simplemente memorable. Impresionante media hora de televisión, tontorrona, elegante, payasa, articulada, fascinante. Más tele como esta, gracias. Daniel Dae Kim (Lost) está bien, pero Eric Lange está astronómico.
«Nobody ever says swallow your shame»
(The Premise, 1×05 – Butt Plug)
Dejad todo lo que estéis haciendo y mirad esta serie: cuando acierta, habla de nosotros mejor de lo que lo hacen la mayor parte de las series que estamos viendo. The Premise es tan estúpida, brillante, ridícula, entrañable y odiosa como cualquiera de nosotros. Hay que quererla.

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