Futurama 11×08: Zapp es cancelado – REVIEW

ZAPP BRANNIGAN, QUIZÁ MI PERSONAJE FAVORITO DE LA SERIE, SUFRE EN SUS CARNES (MERECIDAMENTE) LA CULTURA DE LA CANCELACIÓN

Otro episodio de Futurama que da en la diana con el tema, pero que no acaba de hacerlo con el desarrollo del mismo. Hay buenos chistes, claro, pero no son más que meros apuntes cuando esto podía haber dado para una tesis sobre uno de los temas de nuestros tiempos: la cultura de la cancelación. ¿Cómo afrontarlo desde un punto de vista cómico y en una serie de animación como Futurama? Bueno, pues eligiendo a Zapp Brannigan, el personaje más misógino de la serie, y mandándolo a un curso de sensibilización y «corrección política»… ¡empezamos bien! Pero luego, ¿¿¿cómo??? ¿¿Tres chistes en el curso de buenas maneras, demostramos que no ha aprendido nada y a correr?? ¡Noooooorrrrll! Otra oportunidad perdida en este curso de la serie donde ya hemos perdido otras ocasiones (gran tema, floja ejecución): el streaming y los reboots, el coronavirus, nuestra dependencia de las grandes corporaciones y el comercio online

En vez de centrar todo el episodio en el corportamiento errático (y, a ratos, desternillante en su exceso) de Zapp Brannigan, la trama de Leela se mete de por medio para quitar el foco de donde debería estar. Y es que, como Zapp ha sido despedido por su comportamiento machista, es Leela la que asume el puesto de nueva capitana de la nave Nimbus en una misión que no le importa ni al que la escribió ni al que la está viendo, que lo único que quiere es volver a Zapp y su «rehabilitación». Lo dicho, algunas risas y una sensación agridulce: esto daba para mucho más, y la gente de Futurama tiene el talento suficiente como para haberle sacado todo el jugo al tema. Quedan dos episodios y me temo que esta sensación de «temporada en piloto automático» (cuando debería haber sido un -otro- regreso triunfal) no se me va a quitar, pero quién sabe.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Blog de WordPress.com.

Subir ↑