Como se suele decir, antes todo esto era campo. Yo conocí a Galder Varas hace mil años ya que me salió un reels (no sé si existían los reels por entonces) con su bloque del astronauta. Me hizo mucha gracia y le seguí (según él fui la primera que le siguió en redes sin ser una conocida, pero seguro que me estaba troleando).
Ahora no es que le siga gente que no conoce, es que le siguen tanto en Instagram como en TikTok más de un millón de personas. ¿Cómo y por qué? Bueno, pues porque Galder lleva trabajando en la comedia yendo a opens, presentando opens y montando sus shows desde hace años. Y a veces si te esfuerzas mucho, se consiguen cosas. Para prueba de ello, están las publicaciones que ido dejando a lo largo de los años de las veces que le he visto actuar (ya me gustaría seguir pudiendo ir tanto a shows de comedia, pero cada vez trabajo más y cada vez tengo menos dinero. Misterios de la vida).
Ahora Galder, que estudió Comunicación Audiovisual, ha publicado un cómic inspirado en su vida, especialmente ahondando en su infancia y adolescencia. La historia y guion es de Galder, las geniales ilustraciones de Pablo Vigo.
El cómic, que se titular Disfuncional, habla de cómo ha crecido en un ambiente familiar un tanto peculiar. La relación que plantea con su madre me recuerda bastante a la que tengo yo con la mía, y es que si perteneces a una familia que se sale de lo común (y estoy segura de que cada vez somos más) te vas a sentir muy identificado.
En el cómic encontramos humor, pero también el lado más humano de Galder. A ver, no es que sea un robot, ni que sea Haley Joel Osment en Inteligencia Artificial, pero sí que tiene un humor bastante irónico y cínico. Nunca sabes si te está diciendo algo en serio o te está vacilando, así que piensas que te está vacilando todo el rato. Y de repente… PUM, una historia súper cuqui y entrañable.
En la presentación, que tuvo lugar en el Teatro Lara (lugar significativo en el cómic), le acompañó Inés Hernand, amiga y compañera de mil funciones de Galder y cuya familia también daría para un cómic y hasta una telenovela. Durante la charla que mantuvieron salieron a relucir más anécdotas de instituto que nos mostraron el lado más gamberro de Galder y también el más cuqui (lo de no ponerse gafas para evitar una discusión familiar bien vale un Premio Nobel de la Paz como mínimo).
Si ya os gusta Galder como cómico, os aseguro que os va a gustar en esta nueva faceta. Por mi parte me alegro mucho de que tras tantos años de trabajo, se le esté reconociendo tanto.
brenda forever 
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