25 años de Crueles Intenciones

Ayer se cumplían 25 años de Crueles Intenciones (Cruel Intentions). Aquí tomamos como partida la fecha del estreno en Estados Unidos porque es cuando todo el equipo y actores celebra el aniversario. Explico esto porque muchos consideran que el aniversario de películas debe ser desde la fecha del estreno en España, pero el hecho de que una película se conozca más tarde en un país u otro, no la hace más joven. Dicho esto, seguimos porque este párrafo es el anti SEO.

Sarah Michelle Gellar que ya era una estrella de la televisión gracias Buffy Cazavampiros y una verdadera Scream Queen gracias a sus papeles en Sé lo que hicisteis el último verano y Scream 2, en Crueles Intenciones optaba por un papel de villana, pero de esas villanas que enamoran.

Antes de Blair Waldorf estaba Kathryn Merteuil. No es la primera vez que vemos ese apellido y es que Crueles Intenciones es una versión moderna y teenager de Las amistades peligrosas. La novela de Pierre Choderlos de Laclos que fue adaptada al cine por Christopher Hampton y protagonizada por Glenn Close, John Malkovich y Michelle Pheiffer.

Dudo mucho que esto fuese un hecho que no supierais ya, pero siempre viene bien aportar datos. En el caso que nos atañe, es decir, Crueles Intenciones, Sarah Michelle Gellar, Ryan Phillippe y Reese Witherspoon son el trío protagonista.

Si 1999 fue un año glorioso para las teen movies se dice y no pasa nada. Recordemos que es el mismo año que se estrenó Alguien como tú (She’s all that) y Crueles Intenciones se convirtió en todo un fenómeno de la cultura popular teenager. Las adaptaciones de obras en versión teen estaban a la orden del día como Fuera de Onda (Clueless) que versionaba de manera libre Emma de Jane Austen y 10 razones para odiarte (10 things I hate about you) que adaptaba La fierecilla domada de William Shakespeare. Crueles Intenciones (y O, aunque esta tuvo menos repercusión) iba un paso más contando una trama un poco más perversa.

Hermanastros (no consanguíneos) que siente atracción sexual el uno por el otro, apuestas indiscretas, pérdida de la virginidad, y una conspiración y manipulación por parte de Kathryn que atrapa desde el primer momento. Hay escenas que se te quedan marcadas y aunque son de un nivel de mamarracheo increíble, se han vuelto icónicas. ¿Desnudos gratuitos? Obviamente. El culo de Sebastian (Phillippe) podría recibir hasta su propio premio de la Academia, o al menos un MTV Movie Award. ¿El beso de Sarah Michelle Gellar y Selma Blair? Ese sí que recibió su MTV Movie Award y no es para menos. Incluso tuvo su propia parodia en Not Another Teen Movie.

Yo incluso viví mi momento de escaleras mecánicas, pero en vez de esperarme arriba Ryan Phillippe estaba mi ex con el que no me apetecía cruzarme, pero no tenía escapatoria. Un «Hola, ¿cómo te va?» y tirando…

Si ya hemos mencionado a Selma Blair a la que adoramos y nos llena el corazón cada vez que se reúne con Sarah Michelle Gellar para recrear escenas de Crueles Intenciones, no podemos olvidarnos de que en esta película tenemos a nuestro queridísimo Joshua Jackson. Pacey Witter en persona con un papel pequeño, pero totalmente diferente. Comparte tinte de pelo rubio con su Damon de Leyenda Urbana, pero aquí interpreta a un pijo gay sin escrúpulos que participará en el juego de Sebastian y Kathryn. También aparecen en pequeños papeles Tara Reid y Christine Baranski.

Su final y la BSO que da cierre a la historia de Sebastian, Annette y Kathryn todavía nos pone los pelos de puntas.

Yo en su día intenté convencer a un profesor británico de que esta película era una joya, pero puede que explicarle a un señor de 60 años del Trinity College que Kathryn escondía droga en un crucifijo no fuera mi mejor decisión. Entre eso y que puse de ejemplo una entrevista a Joshua Jackson en la que sarcásticamente decía «Oh yes, Sir Ian Mckellen, the non talented Brit guy»… casi suspendo. Parece ser que el señor sabía mucho inglés, pero poco de sarcasmo.

Hace unos años intentaron traer de vuelta Crueles Intenciones con una especie de continuación televisiva que no pasó de un mediocre piloto. Del reparto solo se mantenía Sarah Michelle Gellar y Reese Witherspoon era sustituida. Visto ese primer episodio, visualmente poco tenía de la película original y la trama tampoco conseguía llamar mucho la atención. Se quedó en la nada, pero como curiosidad está interesante. También tiene sus continuaciones en formato directo a vídeo con varios títulos en los que podemos ver a Kerr Smith (Jack en Dawson Crece) o a Amy Adams interpretando a Kathryn en una precuela totalmente olvidable.

¿La mejor opción? Volver a ver la Crueles Intenciones original y olvidarse del resto. Así que, ¿vamos a ellos?

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