Carrie Bradshaw sería influencer

Si en vez de conocer a Carrie Bradshaw en los 90, la hubiésemos conocido en la época actual sin duda sería influencer. Así que hacemos un repaso a algunas cosas que cambiarán en la vida de las protagonistas de Sexo en Nueva York en pleno 2024.

Una columna semanal no te da de comer y menos si aún no eres ningún escritor reconocido, pero Carrie por lo que sea era capaz de sobrevivir en Nueva York pagando un alquiler (barato en la ficción, tan solo 700$ aunque en realidad costaría mucho más), comprarse zapatos de marca como Manolo Blahnik y estar de fiesta todas las noches.

Ciencia Ficción, aunque es cierto que ya desde la primera temporada se intuye que a Carrie lo de gestionar el dinero no se le da muy bien (le cortan la tarjeta en uno de los episodios) siempre parece salir adelante de forma milagrosa. En la vida real tendría dos opciones: o hacerse influencer o hacer las maletas y volverse al pueblo con los padres.

Carrie Bradshaw la TikToker

Yo no tengo maneras de influencer y creo que lo he demostrado cada vez que he subido un vídeo, pero a Carrie se le daría mil veces mejor. El sexo vende y aunque en TikTok hablar de ciertos temas es peliagudo tenemos grandes referentes que han conseguido hacer un contenido picantón pasando todas las censuras posibles como Noemí Casquet.

Sus vídeos sobre sus citas y las de sus amigas serían todo un hit y además lo acompañaría con contenido de moda mientras nos enseña los sitios más cool de la ciudad.

Carrie Bradshaw deconstruida

Adiós Big, no te queremos. Todos hemos tenido un Big en nuestras vidas al que nos ha costado soltar, algunas veces nos han soltado ellos y ha sido lo mejor por mucho que nos haya jodido. Si sigues con tu Big personal: amiga, date cuenta. Ponte la primera temporada de Sexo en Nueva York y si identificas ciertos patrones manda a Big a tomar por culo. Sí, a veces parece que hay algo pero no es suficiente y nunca lo será. Viendo la primera temporada he visto claro como Big juega con el refuerzo intermitente, nunca le da todo a Carrie y así cuando de vez en cuando hace algo por ella, por nimio que sea, cree que este siente por ella algo más.

Big no quiere sentar la cabeza con Carrie porque es una persona que tiene dudas, miedos, sentimientos, Big quiere alguien que le sirva como complemento y que le ponga todo fácil como luego ocurre con Natasha. Pero si una persona está casi un año contigo y es incapaz de decirte que te quiere, que le den por culo. Si nuestra Carrie estuviese deconstruida tendría un Tinder echando humo y a Big bloqueado desde el primer día que la dejó plantada.

Nuestra Carrie haría más caso a sus amigas y no volvería a quedar con tremendo gilipollas, y por supuesto no dejaría escapar a un partidazo como Aidan. Sí, lo he dicho. Aidan > Big.

El zulista

Lo de ser influencer no es de la noche a la mañana así que Carrie tendría que prescindir de ese pisazo neoyorquino y meterse en una lata de sardinas de las que hemos visto por Instagram que están tan de moda en Nueva York. Son cosicas cuqui a lo Polly Pocket, pero incompatibles con la vida y, por supuesto, con el armario de Carrie Bradshaw. Más adelante cuando ya fuera toda un It Girl tendría piso para ella sola, eso sí del alquiler que no se flipe, a pesar de tener dos libros de éxito la primera editorial la timaría y no vería ni un duro.

Freelance, una profesión de riesgo

El mundo de los autónomos es complicado y la cuota el IVA y la declaración se llevaría gran parte de sus ingresos. Todos los años se pelearía con su gestor porque considera que sus gastos en Manolo Bhaniks deberían ser desgravables. Sus ahorros van para todos sus gastos y si alguna vez llegara a poder convertirse en propietaria tendría que pillarse una casa en un pueblo a las afueras de la ciudad pero eso acabaría matando su marca personal

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