He hecho las paces con Will

Recuerdo la violencia, casi física (aunque no tan física como en el caso de Chris Rock), con la que recibí el bofetón de Will Smith en aquella gala de los Oscar… yo estaba de tranqui, a mis cosas, bebiéndome mis Eneryetis para aguantar despierto… cuando THE SLAP me despertó de golpe. Sentí no solo asombro y confusión, sino un malestar tremendo, una reacción visceral de mi cuerpo rechazando aquello que estaba sucediendo; yo a Will puedo verle patear robots y matar zombies, pero verle golpear a alguien en la vida real, a Will, a mi Will… eso no puedo verlo, eso me estaba diciendo mi cuerpo.

Tanto hacer de poli que al final te crees uno, claro, te mimetizas


Y es que Will, a mí, me ha acompañado siempre. Ya sea como poli rebelde, vaquero de un Oeste steampunk o militar capaz de pilotar naves extraterrestres, yo siempre he sido muy de Will. El origen de todo, por supuesto, es El Príncipe de Bel-Air, desde sus orígenes de «un sermón racial por capítulo» a su final con doblajes absolutamente enloquecidos (y maravillosos). BIEN POR WILL. BIEN POR WILL (01:30).


Con el bofetón, se me rompió todo. La cara, no (de nuevo, no como a Chris Rock); pero esa imagen de tío chachi que nunca decepciona se hizo trizas, se evaporó delante de mis ojos y en un nanosegundo, Mister Stark I don’t feel so good… Desde entonces, le había puesto la cruz a Will, ¡sin ni siquiera saberlo! Mi mente, mi cuerpo, mi bazo, mi diodeno, ALGO había tomado la decisión de cancelar a Will. Sus entrevistas «redentoras», su peli de esclavitud para Apple, sus presencias en programas con hormigas de felpa… todo lo rechazaba, no me creía nada, no me interesaba. Will ya no era Will. Pero algo pasó el otro día, cuando fui a ver 2 policías rebeldes 4, o sea, Bad Boys Ride or Die.

Y lo que pasó es que hice las paces con Will. De nuevo, no sé quién le quitó el mute a Will, no sé si mi bazo, mi cabeza, los pelillos del brazo… pero allí estaba yo, riendo, gozando, vibrando con una peli inesperadamente divertida (verdaderamente divertida) y con un actor, un entertainer, un hombre, que hace una referencia expresa al SLAP en la propia trama de la peli y que intenta reconciliarse con nosotros. Los héroes de una pieza son solo los del cine. ¿Está bien pegar a un señor? No. ¿Está bien que un señor se ría de la enfermedad de tu mujer para una audiencia planetaria? Pues mira, no. La verdad es que no sé si Will abofeteó a Chris por hacerse el machito, por mil movidas mal resueltas de su relación con Jada o porque los aliens de ID4 se apoderaron de su cabeza… tampoco me compete saberlo. Solo sé que le he perdonado, me he reconciliado, he vuelto a verle en una pantalla de cine y le he sonreído. BIEN POR WILL. AGAIN. Supongo que no podía perdonarle en otro sitio. No vuelvas a fallarme, tío.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Blog de WordPress.com.

Subir ↑