Sí, sí, una odisea para el propio espacio, para la NASA, para los cosmonautas, para los espectadores… porque Space Cadet (o Infiltrada en la NASA) es una de las películas de plataformas (Prime Video, en este caso) más duras que he visto en mucho tiempo. Pero, ¿es todo malo? Pues no, hay un par de cositas bien curiosas. ¡Démosle la vuelta a la tortilla en gravedad cero e intentemos ver lo positivo!
Lo positivo es esto: Emma Roberts intentándolo muy fuerte para sacar esto adelante. Lo mismo te canta en un karaoke, que se erige en líder del grupo de cadetes que ¿pretenden parodiar Top Gun?, que se pone a entrenar a lo Teniente O’Neil para pasar las pruebas físicas o psicológicas para entrar en la «NASA» (la NASA de esta película, que es pa’verla), que se pone romanticona para forzar el film hacia la comedia romántica… en fin, que la chica lo da todo para, tirando de carisma, salvar la papeleta. ¿Lo consigue? No. A ver, que he dicho que había cosas positivas, no que la peli fuera buena…
… y es que este «fish out of water» nunca acaba de «despegar» (wink wink) porque todo en la historia está un pelín (pelín = cientos de años luz) forzado y/o exagerado. Los cadetes no pegan ni con cola, la historia de amor no es que no sea creíble, es que es un pegotazo tremendo; y se supone que Emma Roberts quiere ser astronauta porque en algún momento de la vida se lo dijo a su madre, pero vamos, que no es que en la película se vea que desee esto especialmente. Fíjate lo aburrido que es todo que hasta los montajes del film son descafeinados, ¿¿desde cuándo son aburridos los montajes con musiquita??
Una pena que no centraran la historia en esos cinco minutos en los que vemos a Emma ayudando a su padre (el del film, no Eric) a simular fantasmas y psicofonías en una casa para sacarle el dinero a unos turistas incrédulos. Ese negocio podría haber dado para una entrañable comedia familiar. O algo. Si queréis ver una peli de Emma que mola de verdad, mirad la que hizo con Dave Franco.
brenda forever 
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