Quién me iba a decir a mí, supermanero y fan de DC desde shiquitito, que una de las pelis de superhéroes con las que más iba a disfrutar de toda esta ola sería la tercera parte de un secundario de Marvel y un Lobezno en plan «vuelvo por los LOLES». Pero oye, al César lo que es del César, o debería decir a Ryan Reynolds lo que es de Ryan Reynolds porque… el tipo puede ser excesivo, bocazas, cansino, estar alargando el chicle más de la cuenta y todo lo que queráis, pero ¿es gracioso? Es gracioso. Y si en una comedia, una de polis de caracteres dispares como Arma Letal, funcionan los chistes, sinceramente, ¿qué más da todo lo demás?

Este Deadpool & Lobezno (nótese que no han usado el «vs» de otras propuestas cinematográficas de la acera de enfrente… ejem…) es un éxito porque le da al público lo que quiere ver: las macarradas habituales de nuestro antihéroe enmascarado favorito (aquí llevadas tan al extremo que me cuesta ver una cuarta parte de esto) ahora haciendo equipo con ese Clint Eastwood con pijama que es nuestro querido Lobezno (ahora con tan mala leche, con el ceño tan fruncido y tan marcado lo de «el serio de la pareja» que llega a ser un poco… cómo decirlo… queda más deslucido de lo que debería; «constreñido» es la palabra). Los primeros 30 minutos son pura y llanamente un no parar de reír y, aunque la cinta mantiene un nivel aceptable de risas y sorpresas (si bien ya se sabía alguna), la verdad es que no vuelve a recuperar el frenesí inicial.

En el lado negativo, pues la constatación de que aquí no hay mucha chicha, la peli es una sucesión de gags cómicos o set pieces de acción, unidas un poco de aquella manera; y cuando quiere ponerse épica o trascendente pues para mí se pega un castañazo importante (le habría recortado veinte minutitos, el final que no es el final debería ser el final). El «viaje personal» de ambos héroes me ha resbalado un poco, pero oye, tampoco le vamos a pedir peras al Deadolmo. Yo compro. Y uno de los cameos que hay al principio de la peli, más. ¿Me lo he pasado guay? Me lo he pasado guay.

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