Ayer tuve la fortuna de ver, casi de forma consecutiva, tres excelentes películas, cada una en lo suyo. Flow, la del gato, que tiene una animación sorprendente y la mar de refrescante (tras tanta perfección de Pixar o «reimaginación de las 2D tradicionales con las técnicas actuales» como la última entrega del Gato con botas, por ejemplo); Mulholland Drive (en los Verdi, en una sala llena de gente… mucho más joven que yo, lo que me hace pensar que muchos no la habrían visto nunca -¡ay, ojalá volver a ver por primera vez este peliculón de David Lynch!-); y, la que me ofrecía más dudas de las tres antes de verla: La acompañante.
Escrita y dirigida por Drew Hancock, que se ha fogueado en televisión (My Dead Ex, Suburgatory, Faking it), La acompañante es un thriller con toques de humor negro que, además de contener giro tras giro en su trama (no sabes cómo va a acabar, lo que hoy en día ya es un logro), deja mensajes bastante interesantes sobre las relaciones sentimentales (y cómo ciertas dinámicas sobre quién lleva el peso de las mismas o cree llevarlas pueden resultar ridículas hoy), nuestra dependencia de la tecnología (y pleitesía hacia la misma casi como si fuera un Dios) y la concepción que tenemos sobre nosotros mismos, la suerte que tenemos en la vida y los objetivos a los que podemos aspirar. ¡Sí, todo esto!
Nuestro querido Jack Quaid (en esta casa se le quiere mucho al hijo de Meg Ryan y Dennis Quaid) está tan bien como su papel le permite, pero es Sophie Thatcher (Heretic) la que tiene la oportunidad de lucirse con un personaje bastante loco y, supongo, divertidísimo de interpretar para una actriz. No os voy a decir que tenéis que ir corriendo al cine y dejar todo lo que estéis haciendo, pero si queréis pasar un rato la mar de divertido con una película impredecible, no encontraréis ofertas mucho mejores que esta Companion. Debajo os dejo el teaser trailer, que no spoilea literalmente toda la película, como si han hecho trailers posteriores o ciertas sinopsis que he leído, ejem:

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