Y sí, la experiencia ha sido dura. En el Festival Cutre Con pusieron esta película durante un día reservado para las películas más malas y cutres inspiradas en Dragon Ball y no podía faltar el batacazo de Hollywood con James Marsters interpretando a Piccolo.
Ya lo de americanizar personajes asiáticos es bastante problemático, pero es que esta adaptación tiene poco que ver con la conocida serie de anime. Hacer una historia mediocre sobre un producto que ya tenía un fandom enorme fue un error tremendo. Si hubiese una historia original no habría tenido tanta repercusión, y aunque no hubiese destacado nadie le tendría tanto odio.
Dragon Ball Evolution con su trama de instituto donde a Goku le hacen bullying y está enamorado de la chica popular del insti, tiene más de Spider-Man que de Bola de Dragón.
James Marsters ya confesó en el podcast de Inside of you que este fue uno de sus peores proyectos y que afortunadamente no mucha gente vio. Cuando años más tarde le llamaron para poner la voz a un personaje en Dragon Ball Super lo hizo con un pseudónimo para que no le asociaran con la película porque sabía que los fans no quedaron contentos.
Después de ver la película y de ver cómo plantean Casa Kame, le entiendo perfectamente. El resto de la peícula, pues una historia aburrida con efectos cutres y poco interés en qué les pase a estos personajes que tienen cero carisma.
Y encima tiene escena poscrédito como si hubiese habido alguna vez planteamiento de una secuela. Qué ilusos.
brenda forever 
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