
Viendo la foto que aparece en la portada de la ficha de «One Tree Hill» en IMDB apenas reconozco a un par de personajes del piloto. ¿A dónde me llevará esta serie teen? OTH es algo así como una sucesora espiritual de «Dawson Crece», empezó a emitirse cuando esta contaba sus últimos episodios, es de la extinta WB como Dawson; y Chad Michael Murray, el rubiales de pelo loco, apareció en la quinta temporada de Dawson tonteando con Jen y Joey para que el público empezara a familiarizarse con el personaje (espero que en Dawson también se llamara Lucas, porque si no se me viene la teoría abajo).

En cualquier caso, OTH es una de mis grandes lagunas teen, y este verano voy a ponerle remedio. El otro día vi la primera temporada de la serie en oferta en un mercadillo de Blackrock, no muy lejos de Dublín, y supe que había llegado el momento:
Estaba a mitad de lo marcado (6 euros) y no dejaba de escuchar la voz de @FGilAlar en mi cabeza… #OneTreeHill pic.twitter.com/XpZP5IdAFu
— Brenda Forever (@brendatuitea) junio 14, 2015
Uno de mis grandes alicientes para verla era, además, disfrutar de la presencia de Sophia Bush… pero resulta que en el piloto no aparece ni medio segundo. Madre mía, empezamos bien. En cualquier caso, el piloto dura 40 minutitos y se pasa volao. La relación de los hermanastros Nathan y Lucas es tan clásica que tira p’atrás… y precisamente por eso me encanta. El rico pijo que lo tiene todo pero que está EMPTY ON THE INSIDE versus el pobre humilde y encantador que, sin embargo, LO PETA EN SU INTERIOR. Es un conflicto más antiguo que el de hacer cola en la pescadería, y precisamente por eso funciona tan bien.

Además, los dos chavales están bien en su papel. Chad Michael Murray pone miraditas interesantes prácticamente en cada escena y el otro pájaro, el que hace de Nathan, borda su papel de «jock». A ver, un poquito exagerado pero estamos en el piloto, se trata de definirlo todo a brochazos para que nos quede claro. Y a mí me ha quedado claro.

Algo que no me gusta tanto es ver tanto adulto pululando por allí: que si el padrastro de Lucas (un tipo con un aspecto del que cuanto menos comentemos, mejor), la madre de Lucas, el padre aún-más-jock-que-su-hijo de Nathan, el entrenador calvo del equipo de basket del insti (los Ravens),… demasiado no-teenager rondando ya en el piloto. Miedo me da qué me encontraré a mitad de temporada.

Respecto al basket pues no soy el mayor fan del mundo, de hecho, me aburre como una ostra (salvo las canastas en el último segundo, claro). Aquí funciona bien para ilustrar el pique de Nathan y Lucas, pero me temo bostezos en el futuro si centran muchas tramas en el equipo de basket. Veremos.

Las chicas: Peyton, la rubita que está con el popular pero que tiene una sensibilidad escondida (que será sacada a la luz por el «nuevo chico», Lucas), me ha sorprendido para bien. Como decía, de OTH solo conocía a Sophia Bush, así que esta especie de patito-feo-reversed es muy bienvenido. La actriz lo hace muy bien. La hermana pequeña de Lucas (creo que es su hermana pequeña) aporta un puntito «Joey Potter», deslenguada y socarrona, también positivo.

En general, la serie está bien, reúne varios conceptos que me gustan: tramas teenager clásicas, pueblecito pequeño o eso parece, puestecitas de sol, pop melosito y unos actores competentes. Me faltan unos diálogos con más fuerza o algún detalle más original, más dramático, más interesante. Seguiremos informando.

OTH es una serie que crece y crece con el paso de los capítulos. Hay tramas de los teens, hay tramas de los adultos, pero la de los teens va apartando a la de los adultos y la de los adultos se va mezclando con la de los teen. Además, habrá una incorporación y ciertos piques que hacen la serie muy grande.
Sobre Brooke, no te preocupes, que la chica gana protagonismo. Y ya me callo por si suelto algún spoiler que no debiera.
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Gracias por comentar y por el cuidado que estáis teniendo todos con no soltar spoilers, jajaja. Tiene que ser duro.
Espero lo mejor de Brooke, en todos los sentidos.
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