90210: Recap 4×03 "Greek Tragedy"

Rupturas, chantajes, embarazos… pero todo un poco light.

Pues a ver… Si es que… La verdad es—

… Venga, vamos a empezar otra vez. Lo de esta serie es raro-raro-raro. A veces parece que está por fin enchufada, que tenemos una serie teen como Dios manda, pero a los dos segundos parece como que se transforma en la serie mediocre que fue la mayor parte de la primera y segunda temporadas y que, en el fondo, es. Es como en las viejas radios cuando tocabas un poco la ruedecilla y perdías la emisora que estabas escuchando. A 90210 se le mueve continuamente la ruedecilla. A veces encuentra la cadena y se escucha alto y claro, y una buena canción pop; pero la mayor parte del tiempo lo que escuchamos es ruido, interferencias y, cómo decirlo, caca.

Este episodio ha estado muy bien en dos o tres cosas, regulero en la mayoría y mediocre en unas cuantas. Así que, siguiendo esa clasificación, contemos qué ha pasado en esta tragedia griega del Nain Ou Tú Uan Ou:

>> MUY BIEN:

· La trama de Navid, la Silverina, Papá Navid y la empresa Shirazi tiene su interés. Es el clásico «te voy a hacer todo el lío y te voy a llevar al extremo para romper tu pareja con la bipolar esa» (ya sabéis, la típica trama de padres vengativos y novias bipolares…), pero la están llevando bien. La escena de Silver diciéndole a Navid que le diga qué pasa en realidad porque le quiere y está en «el bísnes» con él, con Navid diciendo que confíe en él porque la está protegiendo, tuvo bastante credibilidad. Y esto es lo que siempre le ha faltado a esta serie: creerse las cosas que está contando. Cuando se lo cree (I Know What You Did, el ex novio psicópata de Chenae; el profesor violador de Nayomi), triunfa.

· El inicio de la trama de la Chenae convirtiéndose en una chica de compañía fue sutil y «natural», con la chica besando a su «acompañante» para dar celos a Liam, aceptando el dinero muy a regañadientes justo después de ver cómo Liam hace las paces con su nueva amante, etc. Aunque muy natural no es que, de repente, Chenae tenga una nueva mejor amiga y se abalance sobre un señor al que acaba de conocer esa misma noche… pero entendednos, podrían haberlo hecho aún más descarado. ¿Os acordáis de cuánto especulamos con quién sería el chico o chica de compañía? ¡Al final nos la han metido doblada! ¡Aquí no dijo Chenae ni el tato!

>> REGULERO:

· Las idas y venidas de Liam y Chenae han marchado muy a trompicones. El arco en sí está bien, han desarrollado su ruptura en tres episodios (y ha tenido un momento bueno: el speech de Liam a Chenae para romper del todo), pero todas las secuencias se resuelven muy rápido, frías, sin un remate. ¡Un poco de sentimiento, chavales! Y del temita Liam hay que hablar, a veces me parece que a Dylan no le llega ni a la suela de los zapatos (porque no le llega) y a veces me parece un personaje aprovechable, no sé.

· El rollito de Nayomi y sus nerds adoptadas (de llamarlas «losers» a gente chachi en 40 minutos). Qué gusto le ha pillado la Nayo a los nerds (porque Berto va a volver a aparecer en la serie… si no muchas fotos de este álbum no tendrían sentido). La trama podría ser divertida, pero no pasa de dos o tres sonrisas. Supongo que tras tanto sufrimiento el año pasado, ahora toca dejar respirar al personaje con tramas light (ya lo hicieron el año pasado con Chenae tras sus líos con I Know What You Did en la segunda temporada).

>> MEDIOCRE:

· La Novia Surfera ya no tiene ningún sentido en esta serie… si es que alguna vez lo tuvo. Su trama, además, la de «me indigno con los teenagers que no tienen problemas tan profundos como el mío» es, sencillamente, ridícula. Surfera go home!

· Lo de Dixon y su «momento más importante de su vida» pinchando discos en su pobre mesa de mezclas portátil (aka laptop), con horroroso «logo» o graffitti donde pone «DIX» no tiene perdón. Qué pena. Su amago de puñetazo me gustó, eso sí. A ver si enloquecen a este tipo y echamos unas risas.